Bee movie, pelicula que nos deja enseñanza
Ayer vi la película "Bee movie" y de niña
no tomé registro de toda la crítica que se le hace hacia la realidad rutinaria,
consumista y antropocentrista.
Explico brevemente la trama de la película para los
que no la hayan visto. Básicamente trata de la vida de una abeja llamada Barry
que se encuentra disconforme con el estilo de vida dentro de su panal. Para
realizar una más eficiente producción de miel, las abejas trabajan a toda hora
todos los días. Desde ya se realiza una crítica hacia la sociedad de hoy en día
la cual tiene como objetivo producir.
Observen en esta realidad de cuarentena. Aunque
estemos pasando un momento de estrés y ansiedad debido al confinamiento desde
hace más de 3 meses, buscamos la forma de mantener la rutina de este sistema
productivo.
Barry va mostrando cierta curiosidad por conocer el
exterior del panal, rechazando los peligros que le fueron advirtiendo el resto
de las abejas sobre los humanos. Decide salir a la realidad humana y es así como
conoce a Vanessa, una joven florista, que se va encariñando con la abeja
parlante.
En una escena Vanessa y Barry van al supermercado,
donde se acercan a los estantes de miel. En ese momento Barry enloquece. Toda
esa miel a la que tanto esfuerzo y tiempo dedicaron era usada por los humanos, sin
que recibieran algún reconocimiento. Es ahí cuando Barry visita los lugares
particulares donde se produce esta miel para el consumo humano. Las imágenes son
un claro ejemplo de la explotación del hombre sobre los animales, y en este
caso de las abejas. Mostraban panales diminutos donde se encontraban agotadas y
desanimadas, lastimadas por los productos tóxicos de los apicultores.
A ver, obviamente hay que tener en cuenta que es una
película animada y ficticia; sin embargo, no quita la evidencia la explotación indiscriminada
hacia el entorno.
Es así entonces como el protagonista decide poner
la compañía apicultura a juicio. Casualmente, el acusado tiene una figura muy
similar de alguien que seguro reconocen…
[1]
[2]
A la derecha tenemos un gran claro ejemplo de una figura capitalista, nada más claro que la figura de del juego de monopoly, monopolio, donde se juegan con el manejo de las distintas propiedades. A la izquierda tenemos al acusado, un hombre que comparte la misma ideología consumista y se apropia de las producciones de las abejas.
Resulta que Barry gana el juicio, por lo tanto, deciden
dejar de trabajar para producir miel.
Ahora, sin trabajar, dejan de polinizar. Y sin
polinizar se muere la flora ante la falta de polinisadores suficientes. Es ahí
cuando la sociedad toma conciencia de la importancia de las abejas. Al final se
hace, por así decir, un pacto entre los humanos y las abejas, las abejas
dejando que se produzca la miel mientras que vaya con su nombre y se las deje
de explotar.
Sin duda recomiendo esta película a cualquier
persona, sea grande o niño. He vuelto a ver esta película con otros ojos. Me
dejó mucho para pensar. Logra, en su totalidad, realizar una trama original
tratando las distintas problemáticas sociales tanto la explotación laboral y el
egocentrismo del humano frente al entorno.
María Victoria Villalba Díaz
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